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DIME QUÉ TERMINACIÓN TIENE TU CALZADO DE CUERO, Y TE DIRÉ CÓMO LIMPIARLO

 

El cuero es un material muy noble, y si se lo mantiene con frecuencia, puede perdurar impecable por muchísimo tiempo. Si bien hay distintos tipos de cuero que requieren de cuidados diferentes, siempre debemos implementar los siguientes tres pasos iniciales:

 

1- En primer lugar, retirar siempre los cordones de tu calzado y lavarlos aparte, con jabón neutro.

2- Es imprescindible limpiar la suciedad de los zapatos con un trapo de algodón húmedo, o un cepillo de cerdas suaves antes de aplicar cualquier producto. 

3- Por último, no olvides limpiar la base de tu calzado con jabón neutro, utilizando un cepillo de cerdas gruesas.

 

Ahora sí:

 

¿Cómo limpiar zapatos de cuero liso?

Aplicar pomada del color del calzado, o incoloro, y esperar a que seque. Retirar la pomada con un cepillo de cerdas suaves, y si te gusta un acabado más brillante, podés lustrarlos frotando enérgicamente la superficie con un paño de algodón. 

Pd: Es recomendable nutrir el cuero para que se hidrate cada cierto tiempo, previniendo así que se seque y agriete.

 

¿Cómo limpiar zapatos de charol?

Estos son los más fáciles de mantener. Después de limpiarlos implementando los tres primeros pasos mencionados arriba, podés devolverles el brillo utilizando algún producto lustrador a base de silicona. Para lograr un buen acabado, recordá siempre aplicar primero el producto sobre un paño de algodón, y luego lustrar enérgicamente la superficie.

 

¿Cómo limpiar zapatos de cuero engomado?

Para mantener impecable este tipo de terminación, debemos limpiar la superficie con un paño humedecido con agua y jabón neutro, y luego retirar los restos de jabón con un paño húmedo que no despida pelusa.

Pd: Es importante que no apliques cera o pomada que le den brillo al material, a menos que quieras cambiar su aspecto engomado por uno brilloso.

 

¿Cómo limpiar zapatos de gamuza o nobuk?

Para limpiar este tipo de material de manera cuidadosa, es necesario siempre cepillar el calzado en sentido del pelo para que no se estropee. Si necesitás remover alguna mancha superficial podés utilizar una goma de borrar (de las blancas). Para una limpieza más profunda, podés frotar toda la superficie con un trapo de algodón embebido en agua y vinagre blanco, con moderación. Retirar luego con un trapo húmedo, y dejar secar.

Para lograr una buena terminación y prolongar el resultado de la limpieza, aplicar un impermeabilizante en spray. Eso los mantendrá protegidos e impermeables durante un buen tiempo. Se recomienda repetir esta limpieza con frecuencia para alargar considerablemente el ciclo de vida de tu calzado de cuero gamuzado o nobuk.

Pd: No uses estos zapatos cuando llueve. La humedad y el agua, no son aliados de este tipo de material.

 

¿Cómo limpiar zapatos de cuero engrasado?

Este es un tipo de material que por lo general tiene muy poco mantenimiento, y mejora su aspecto con el paso del tiempo. 

Podés limpiar la superficie con un paño humedecido con agua y jabón neutro, luego retirar los restos de jabón utilizando un trapo húmedo que no despida pelusas, y dejar secar. 

Para darle terminación podés utilizar grasa, que realzará ese aspecto opaco del material y mantendrá hidratada la superficie.

 

Ahora bien...ya tenemos detallado cómo mantener tus zapatos impecables según el tipo de cuero con el que están confeccionados, pero nos parece importante también mencionar a continuación algunos rotundos "NO".
 

 

PARA MANTENER EL ACABADO ORIGINAL DEL CUERO, NUNCA:

Nunca lavar tus zapatos de cuero de forma tradicional, sumergiéndolos en agua, ni mucho menos en el lavarropas. No utilizar para su limpieza toallitas húmedas, productos con sustancias alcalinas, o productos químicos abrasivos. Tampoco utilizar productos que puedan raspar el cuero. No exponer este material al calor, ni al sol de manera directa.
 

Recuerda también mantener limpios los elementos que utilizas para la limpieza de tu calzado. Es aconsejable, de manera regular, sumergir aquellos cepillos que utilizas en agua caliente con algún producto desengrasante. Asegurate de remover todo tipo de suciedad, enjuagarlos bien, y dejarlos secar antes de guardar. Asimismo es aconsejable cambiarlos al notar que no están cumpliendo correctamente su función.